sábado, 12 de julio de 2008

Cachetes


Me gustan los besos en la mejilla, a la cual prefiero llamar cariñosamente “cachete” imaginando un montecito elevado bajo mis ojos redondos mientras lo recibo y siento como un cohetecillo estalla levemente haciendo caer mis párpados por un momento para morirme de risa por dentro.
Me gustan los besos en la mejilla, son como explosiones pequeñas de una flor de pasión a la que se le cayó un pétalo pero sigue siendo la más hermosa.
Me gustan los besos en la mejilla, la suave excitación de la mano apartando mi cabello desordenado de la zona indicada como preámbulo a ese dulce sabor.
Me gustan los besos en la mejilla, no importa si no soy propicia para toda la noche, o si mi mano no es digna de cogerse para cruzar la calle al salir.
Me gustan los besos en la mejilla, aunque los apasionados se molesten y tengan que esperar, aunque un baño de agua fría sea el término del suceso.
Me gustan los besos en la mejilla, y podría prometer comer más carbohidratos al día para hacer que mi montañita crezca, si me prometen abrir el sleeping, extender los brazos alrededor de ella y ponerse a soñar.

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