Queria un violin, y termine tocando una lira vieja, que sonaba como los dioses pero oxidaba mis manos con sus fierros, dañaba mis ojos con su fallido color.
y cada sonido se atreve a cortarte los dedos, a desearse en cada nota, a ser independiente como cada una de sus cuerdas que saltan del brazo y se van enrollando una a una entre tu cuello.
3 comentarios:
waw para pensarla emm.. q andes de lo mejorr..! besss..!
excelentee.. este si me gustoo!!
y cada sonido se atreve a cortarte los dedos, a desearse en cada nota, a ser independiente como cada una de sus cuerdas que saltan del brazo y se van enrollando una a una entre tu cuello.
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